Sufrir un accidente de tránsito ya es una experiencia estresante. Pero cuando descubres que el otro conductor no tiene seguro, el miedo puede intensificarse. Afortunadamente, no todo está perdido: en muchos casos, aún puedes reclamar una indemnización.
Según datos de la Asociación de Comisionados de Seguros de los Estados Unidos (NAIC), más de 1 de cada 7 conductores circula sin seguro, y aproximadamente 1 de cada 6 está subasegurado, lo que significa que no cuenta con la cobertura suficiente para cubrir los daños que pueda causar. Este tipo de negligencia pone en riesgo a todos los que comparten la vía.
Si te ves involucrado en un accidente con un conductor sin seguro o con cobertura insuficiente, es fundamental contar con una póliza de seguro propia que incluya cobertura contra conductores no asegurados o subasegurados (UM/UIM). Esta cobertura ayuda a pagar gastos médicos, pérdida de ingresos y otros daños, incluso si el responsable no puede cubrirlos.
Además, algunos estados ofrecen programas o mecanismos legales que permiten presentar demandas civiles directamente contra el conductor culpable. Aunque este camino puede ser más largo, sigue siendo una opción válida cuando se busca justicia. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras también resalta la importancia de la responsabilidad financiera de los conductores para reducir las consecuencias económicas de los accidentes.
Si no estás seguro de qué tipo de cobertura tienes o qué pasos seguir tras un accidente con un conductor no asegurado, hablar con un abogado de lesiones personales es clave. Ellos evaluarán tu caso, analizarán tus pólizas y te guiarán sobre cómo reclamar la compensación que mereces.
Lucharemos por ti para que no pagues las consecuencias del descuido de otros. Si te chocó un conductor sin seguro, contáctanos aquí para proteger tus derechos y explorar tus opciones legales.