Después de un choque leve, es común escuchar frases como “no fue gran cosa” o “solo fue un golpe menor.” Sin embargo, minimizar este tipo de incidentes puede poner en riesgo tu salud y tus derechos legales. Aunque el daño visible parezca mínimo, los efectos reales pueden desarrollarse con el tiempo.
1. Las lesiones ocultas pueden tardar en aparecer
Lesiones como el latigazo cervical (whiplash), distensiones musculares, contusiones internas o lesiones en la columna pueden no manifestarse de inmediato. Muchas veces, los síntomas —dolor de cuello, rigidez, mareos, o molestias al moverse— aparecen horas o incluso días después del accidente.
Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), incluso impactos a baja velocidad pueden generar fuerzas significativas que afecten el cuello y la espalda, especialmente si no se usó adecuadamente el cinturón o si el golpe fue lateral o trasero.
2. Ignorar los síntomas puede empeorar la situación
No buscar atención médica inmediata después de un accidente menor puede empeorar una lesión y dificultar su tratamiento. Además, no contar con un registro médico en las primeras horas o días posteriores puede debilitar tu caso si decides presentar una reclamación.
La Mayo Clinic advierte que no tratar a tiempo el latigazo cervical puede provocar complicaciones a largo plazo, incluyendo dolor crónico o pérdida de movilidad.
3. La importancia de la asesoría legal desde el inicio
Muchas compañías de seguros tienden a restar importancia a los accidentes menores para reducir su responsabilidad. Por eso, contar con un abogado desde el principio puede marcar la diferencia. En Larry H. Parker, tomamos en serio cada caso, sin importar cuán “leve” parezca. Evaluamos tu situación médica, documentamos los daños y trabajamos para que recibas la compensación que mereces.
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